Hola a todos:
Teniendo en cuenta que
estamos a solo uno días de Halloween he querido esta semana hacer algo especial
para el blog y espero que compartan conmigo algunas de estas entradas y sobre
todo que las disfruten.
Por lo que, aprovechando que
me han dado ganas de leer, una vez más, la saga Harry Potter de J.K. Rowling, quise
iniciar la semana hablándoles un poco de lo que me ha parecido el primer libro
con respecto a la película, aunque aclaro que soy fan de ambas cosas.
Recordar es bueno, así que
empecemos:
Obviamente en un libro es
mucho lo que puede abordar un escritor, aunque siempre he pensado que las
películas de esta saga tienen muchos vacíos argumentales y desperdicio de
personajes. Es por eso que cuando iba con mi hermana menor y mi hijo al cine a
verlas se la pasaban preguntándome durante toda la película cosas que no tenían
ni idea del porqué ocurrían de esa manera; obviamente porque ninguno de los dos
había querido leer los libros antes.
Las historias de J.K. Rowling
se caracterizan por la riqueza de personajes y situaciones que van llevando
poco a poco al lector hacia el descubrimiento de un misterio y a saber un poco
más de la vida de Harry y su oscuro pasado. Es así, que la falta de algunas de
estas situaciones en las películas, o de personajes, por más que intentaron
acomodar lo mejor posible la mayoría de la información, dejan en la luna a una
persona que las vea por primera vez sin antes haber leído los libros.
Una de las cosas que más me
gusta de este primer vistazo al mundo de los magos es la variedad de personajes,
no solo humanos, porque Hogwarts es realmente otro mundo. Nos encontramos con duendes,
fantasmas, poltergeist, trolls, unicornios, centauros, perros de tres cabezas y,
por supuesto, dragones.
Entre los personajes
desperdiciados, al menos a mi parecer, se encuentran precisamente los
fantasmas, porque no solo Nick, casi decapitado es importante en el castillo
del colegio. También están el Barón Sanguinario a quien todos los demás
fantasmas le guardan respeto y temor, Peeves, el poltergeist, que hace de las
suyas a Filcht al que odia con toda el alma y el profesor Cuthbert Binns, que
enseña Historia de la Magia a pesar de ya haber fallecido. También la dama
gorda desde el principio es muy tenida en cuenta, ya que ella está en la
pintura que vigila la entrada a la cámara de Gryffindor.
Incluso varios de los
personajes que sobresalen en la película también se les desperdicia, por
ejemplo está Neville Lombotton, quien a mi parecer, realmente hace parte de la
pandilla de Harry, Hermione y Ron porque él se la pasa con ellos, aunque sea un
completo cobarde y muchas veces dejado atrás. También el propio Hagrid que en
las películas lo han mostrado como un gigante rudo, pero amable, cuando en la
realidad es un caramelo y algo maternal, sobre todo con las criaturas mágicas
peligrosas que cría a escondidas en Hogwarts.
Con respecto a esto último
es muy triste que el director de Harry Potter y la Piedra Filosofal (que al
principio la bautizaron como la piedra del hechicero cuando aún subestimaban el
entendimiento de los niños), hubiera desperdiciado la situación con Norberto,
el dragón ridgeback noruego, que realmente es muy hilarante en el libro.
Otros personajes que también
se les da cierto protagonismo en el libro y nada en la película, son Percy, el
tercer hijo de la familia Weasley, quien ya era prefecto al momento de llegar
Harry al colegio de magos y Charlie, quien fuera el predecesor de Harry como
buscador en el equipo de quidditch de Gryffindor y una vez graduado se dedicó al
estudio de dragones en Rumania. Además de hacerse cargo de Norberto.
Muy triste de ver es la
forma como resumieron a cuatro los retos que cada profesor conjuró para llegar
a la piedra filosofal. En el libro son siete, primero está Fluffly, el perro de
tres cabezas de Hagrid que custodiaba la entrada a la cámara donde estaba
escondida la piedra filosofal, el lazo del diablo de la maestra Sprout, las
llaves voladoras del profesor Flitwick junto con las escobas de la profesora
Hooch, el juego de ajedrez mágico de la profesora Mcgonagall, el troll del
profesor Quirrell, las pociones y acertijos de Snape para atravesar el fuego
negro y el Espejo de Oesed que conjuró Dumblendore.
Con respecto a los tres
momentos más emotivos de este primer libro están cuando Harry encuentra por
primera vez el Espejo de Oesed que le muestra que tuvo una familia amorosa, no
solo a sus padres, como lo muestra la película; la conversación con Dumblendore
en la enfermería donde le informa que él lo salvó de Quirrell, le revela algo
de información sobre la muerte de sus padres y le cuenta por qué Snape lo
protegió del peligro en que se encontraba; y, por último, cuando Hagrid,
llorando, le pide perdón a Harry echándose la culpa de todo lo ocurrido y regalándole
el álbum de fotos hecho por él con piel de animal, aclarándole de paso que las
fotos las había recolectado con todos los amigos de sus padres.
Así que espero, que con
estas “cortas” líneas, los que aún no han leído el primer libro de esta saga o
no han visto la primera película se animen a hacerlo. Porque sí, sé que todavía
hay personas que aún no lo han hecho.
Feliz lunes.